jueves, 17 de enero de 2008

ÚLTIMA MARCHA EN UN DÍA LLUVIOSO (11-ENERO-08)

Como un viernes más, llegadas las 12:30 de la mañana, nos disponíamos a recibir con toda fuerza el poder de la filosofía y de las matemáticas. Pero ese día era distinto (jejeje): ese día teníamos una caminata, aunque el tiempo estuviese mal.
Allí nos encontrábamos nosotros, dispuestos a enfrentarnos contra el frío y la lluvia, bueno, eso unos pocos, porque el resto estaban un poco indecisos al no venir equipados; pero allí estábamos nosotros, dispuestos a enfrentarnos a la última salida antes del "exitus" de nuestra espera. Como hicimos antaño, después de las clases, bajamos al hall y, una vez allí, dejamos las mochilas y dispusimos rubo a aquella cantina que otras veces nos había servido de comedor. Al acabar la ansiada comida hubo una pequeña reunión en la cual se habló de qué camino íbamos a seguir. Hubo una votación y decidimos dar dos vueltas a Villanueva. Dicho esto, nuestro querido "padre" (Juanfran) nos dio unos pequeños consejos y Juanjo aportó su chispa sarcástica.
Volvimos al hall y estuvimos enredeando y escuchando música mientras llegaba Miguel.
Nos pusimos en marcha atravesando una abrupta era llena de barro donde algunos acabaron con las zapatillas un poco sucias; y con eso, y con el cachondeo, llegamos a la carretera de circunvalación para comenzar a andar en dirección norte.
Una de las anécdotas que cabe destacar de este maltrecho camino fue cuando el profesor Felipe, haciendo uso de toda valentía posible, se plantó en mitad de la carretera con un par de ...., y cortó el tráfico para poder así seguir nuestro rumbo.
Dicho esto cabe destacar algunas de las conversaciones que tuvieron lugar en la primera mitad del recorrido que comprendió entre el instituto y Carrefour: hablamos de música, sobre estilos musicales, nos acordamos alguna vez que otra de los familiares de los conductores que a toda prisa pasaban a nuestro lado y nos salpicaban, y, como era de esperar, estuvimos planenado y fantaseando sobre lo bein que nos lo vamos a pasar en el camino.
Llegados a este puento, entramos unos pocos en un par de debates metafísicos con los cuales no quiero aburriros. Y, de pronto, llegados a la altura de Aprosuba, nos aconteció aqullo que temíamos: LA LLUVIA (¡¡¡chachan!!!). Nos colocamos mejor los impermeables ya brimos los paraguas (excepto Nuria que, la pobre, se mojó bastante).
Al acabar la primera de las dos vueltas, y tras charlar sobre películas y actores, dedicimos dar por finalizada la caminata e irnos al instituto del que partimos y poner de nuevo rumbo a nuestras casas, con la ilusión y emoción de que, en menos de 20 días, estaremos rumbo a Santiago de Compostela.

THE END

Fdo. Arturo García Corraliza

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